Nicolás Copérnico cambio el mundo astronómico, las hipótesis de Aristóteles y Ptolomeo jugaron un papel muy importantes en la construcción teórica de nuestro sistema solar. Los griegos intentaron explicar el como es el universo. Siglos después se hizo más práctico, la teoría geocéntrica llegó a Copérnico y tomó fuerza en la historia de la ciencia. Luego, Galileo se convierte en un heredero de la astronomía copernicana.
Galileo puede ser considerado como heredero de la astronomía copernicana. Enfrento la verdad de la ciencia y le costó la vida. Descubrir que hay más allá del universo nunca fue nuevo. Los griegos en la antigüedad siempre intentaron explicar el comportamiento de la tierra, la luna, las estrellas y otros astros. La teoría heliocéntrica fue el génesis de un arduo trabajo realizado por Galileo.
La vida de uno de los grandes astrónomos de la ciencia siempre ha estado llena de teorías astronómicas espectaculares, considerado como el padre del método científico, nació y generó sus estudios en la época negra de la ciencia, la edad media. Una época dominada por reyes y una iglesia católica corrompida y «macabra».
El geocentrismo de Aristóteles
Los griegos desde la antigüedad intentaron responder preguntas como ¿Por qué las estrellas brillan de noche y no de día? ¿Por qué el sol brilla y cambia de posición? ¿Por qué en la tierra las cosas cambian? el universo parece inmutable. Curiosidades de del hombre metafísico, donde se tenían como el origen de todo el pensamiento, de allí partía los antiguos filósofos griegos el conocimiento. Al parecer ver las estrellas siempre fue su gran pasión y a partir de allí intentaron plantear una series de hipótesis, aquellas que dieron origen a la Teoría Geocéntrica.
Un día sideral es el tiempo que tarda una estrella en pasar dos veces consecutivas por el meridiano y coincide con el tiempo que demora la tierra en realizar su movimiento de rotación (alrededor de 23 horas, 56 minutos y 4 segundos). Los griegos de la antigüedad, sin saber dichos cálculos y precisión, utilizaron este concepto para plantear sus primeras hipótesis sobre el universo.
Hipótesis aristotélicas
Las primeras hipótesis fueron planteadas por Aristóteles. En primer lugar, consideró que la luna dividía a la tierra en dos regiones: mundo sublunar y suplalunar.
En el mundo sublunar se encuentran los 4 elementos; aire, tierra, agua y fuego; allí las cosas cambian y se corrompen (Capitulo 4 de libro de Aristóteles, Metafísica). Mientras que, en el mundo suplalunar encontramos las estrellas y los planetas. Es decir, las cosas que son eternas.
Los científicos antiguos tenían un amor hacia los circulos. A esta la consideraban una figura simple y perfecta, esto es, por carecer de punto de partida y punto de llegada. Para los aristotélicos este, debía ser el movimiento de las orbitas celestes. Por ello, la teoría geocéntrica sitúa a los planetas describiendo órbitas circulares y uniformes alrededor de la tierra. Esto significa que si Martes es un planeta, esta condición ubicaría a este en posición inicial, lo que supone que después de un tiempo este volvería a esa posición después de un movimiento circular alrededor de la tierra.
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Sin embargo, los movimientos irregulares de los planetas se convirtieron en un dolor de cabeza para los griegos. Aunque Platón intento evitar este problema, suponiendo que era una falla en los sentidos del hombre al realizar las observaciones, su idea fue aceptada por todos los astrónomos. Pero solo duro hasta el siglo XVII. Luego, fue llamada por Boido, Yagüe y Flichman como la maldición de Platón en el año 1988.
Solución de anomalías en la teoría, intervención de Ptolomeo
A partir de la conquista de Alejandro Magno, el desarrollo del conocimiento se fue expandiendo geográficamente y, siglos más tarde con el poderío del Imperio Romano, que hacia el siglo II A.c ya había alcanzado su apogeo imperial, el epicentro de la ciencia se traslado de Alejandría a Egipto. A orillas del río Nilo se traslado la ciencia alejandrina, incorporaron conocimientos e ideas de origen mesopotámico y egipcios. La ciencia fue menos teórica y más práctica.
El almagesto de Ptolomeo
Todo ese conocimiento fue almacenado por Ptolomeo durante siglo II A.c en su libro Almagesto. Allí publicó el conocimiento disponible sobre los movimientos planetarios, encontró la solución al problema de la retrogradación de los astros errantes. Con esto, trato de ajustar a la teoría los fenómenos observados. Para ello apelo a hipótesis ad hoc. Así, manteniendo la órbita circular de los astros y la llamó epiciclos.
El epiciclo era un modelo geométrico ideado para explicar las variaciones en los movimientos aparentes de los planetas. Fue diseñado por Apolonio de Pérgamo a finales del siglo III a.C. Con ello, Ptolomeo satisfacía la necesidad de los griegos de confirmar que el movimiento de los planetas era circular. La teoría geocéntrica estuvo imbatible por más de 1500 años.
Copérnico llegó como el león del Universo
Nicolás Copérnico llegó siglos después y acabó con el geocentrismo, en su libro De Revolutionibus de Copérnico, explicó con detalles como surgió su nueva teoría sobre el comportamiento de los movimientos de los astros. Aunque atribuyó su trabajo a Arquímedes y Plutarco, quienes atribuyeron argumentos sobre heliocentrismo a Aristarco de Samos durante el siglo III A.c.
Fue la Teoría Heliocéntrica de Copérnico la que dejó muy claro que la tierra tenia movimiento giratorio y por lo tanto no era el centro de la tierra como lo había afirmado Aristóteles y Ptolomeo. Esto se convertiría más adelante en causas de problemas para un heredero de todo lo construido por Copérnico, su nombre era Galileo Galilei.
Copérnico presenta su De Revolutionibus el resultado que aquejó la astronomía durante años, además de ponerle fin a los desacuerdos mostrados por «sabios matemáticos», empezó a filosofar y hablo del principios seguro. Este consiste en darle valides a la teoría después haber realizado verificaciones, para luego poder confírmalas.
Pero no todo fue la gloria astronómica para Copérnico, pues el trabajo una astronomía sin ecuantes, esto significa que olvido por completo el modelo de Ptolomeo, el cual fue fundamental años después para demostrar las leyes que actualmente rigen con mucha veracidad el movimiento de los planetas. Se conocen como las leyes de Kepler. Así el león y su teoría heliocéntrica caería al vacío del espacio. Sin embargo se hizo fuerte en los trabajos de Johannes Kepler.
Galileo un científico que batalló hasta la muerte, un heredero de la astronomía copernicana con honores
Galileo Galilei le sumo más que astronomía a su vida, no solo fue fiel heredero de la astronomía de Copérnico, también lo fue con sus principios científicos. Su principal rival fue la iglesia católica. Las muertes de Copérnico y su heredero significaron victoria en una época donde el hombre renació, adquiría conocimientos y no «tragaba entero». Por ello quedó en recordado en la eternidad como uno de los grandes científicos del renacimiento.
Antonio Beltrán en su libro «Una reflexión serena y objetiva». Galileo y el intento de rehabilitación de la Iglesia Católica, recuerda los pasajes vividos por Galileo y lo contado por el mismo Papa Juan Pablo II sobre sus antecesores y el mal comportamiento que existía en el interior del Vaticano, desnudando una historia que dejo sin duda «muy mal parada» a la iglesia. Con ello trató de ganar la confianza de aquellos que por generaciones abandonaron sus creencias religiosas por acciones en contra de la sociedad y engaños a los pueblos.
Una lucha con la Iglesia: Innecesaria lucha entre la fe y la ciencia
Se cuenta que el Papa Pio XI, quien ejerció como sumo pontífice en la época manifestó
La ciencia, entendida como conocimiento verdadero de las cosas de las cosas, no contradice nunca las verdades de la fe cristiana; antes al contrario -como tiene que admitir cualquiera que examine y medite la historia de la ciencia-
El argumento del papa, fue considerado como una «osadía» de su parte. Un descaro que para muchos es normal en los papas.
La falsedad de Pio IX fue evidente. Pues, anuncio en la época un comentario muy contradictorio. Un comentario que evidencia que Copérnico y Galileo fueron blanco de la Iglesia católica. Por ejemplo dijo que,
Pero ahora tales perjuicios, -como se puede constatar con no poco consuelo- han caído en tal descredito que apenas se encuentre a alguien, entre los que se ocupan dignamente de la investigación física, que se haga asertor y campeón de este error.
Los argumentos del Sumo pontífice de la época era claramente fallido. Así dice la Biblia al respecto;
Pues el Señor es quien da sabiduría; la ciencia y el conocimiento brotan de sus labios.
Proverbios 2: 5
Con esto, no se dice a que se debe creer, si es claro que, fue innecesaria la lucha entre la fe y la ciencia. Una lucha que cobró la vida de dos grandes astrónomos y científicos.
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Una Iglesia un poco aristotélica y un Galileo Copernicano
La iglesia siempre dio a entender y enseñó que la tierra es el centro del Universo, lo cual evidentemente es falso. Al parecer el conocimiento que deseaban transmitir los sacerdotes en cuanto a lo astronómico era colocar a la tierra como centro del universo.
La dificultad de la Iglesia era enorme, el Renacimiento colocó al hombre y no a Dios en el centro del conocimiento. El texto de Copérnico por tanto se expandió lentamente. Se dice que llegó a manos del príncipe II de Austria quien estudio en texto con el arzobispo Juan Martinez Silíceo por orden de su padre el emperador Carlos V.
El resto del continente Europeo le abrió paso al heliocentrismo, el conocimiento de Copérnico sobre su Teoría Heliocéntrica se expandió silenciosamente y llegaron a manos de sus más grandes defensores de la época; hablamos de Giordano Bruno, Thomas Digges, Christopher Rothmann o Jerónimo Muñoz antes del final del siglo. En 1584 seria Diego Zúñiga aquel en hacerle una aceptación explicita y pública. A pesar de ello termina retractándose, puesto que la teoría contaba con postulados puramente académicos. Es decir, sin presión Eclesiástica.
La iglesia tratando de maquillar su contrariedad con la ciencia de Copérnico, creo La Academia dei Lincei, fundada por Federico Cesi en 1603. Con ello la Iglesia Católica se mostró con una actitud positiva. Aunque Antonio Beltrán no dice con exactitud en su obra como se fundo, el diario El mundo en su publicación «Cuando la Tierra dejó de ser el centro del Universo» el 26 de junio de 2016, nos confirmó que el Papa Gregorio XIII inició este intento de flexibilización de los conocimientos científicos en el interior de la iglesia. Aunque su propósito era mantener una reforma a los calendarios realizada en 1582 entre España, Portugal y los estados de la península itálica, estuvo basada en las tablas Pruténicas de Erasmus Reingold.
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El telescopio fue la esposa de Galileo, un dolor de cabeza para el catolicismo medieval
Galileo a diferencia de Copérnico fue mucho más practico. Aunque juntos trabajaron el heliocentrismo, se diferenciaban al momento de dar a conocer sus descubrimientos. Podemos decir que Galileo era mucho más político. No de aquellos que deseaban gobernar en la sociedad, sino aquel que deseo un reconocimiento completo del trabajo que realizó con Nicolás Copérnico. Su liderazgo científico lo llevo a enfrentar a la Iglesia Católica, sus experimentos demostrados teóricamente y pragmáticamente generaron miedos al interior de la Iglesia.
La información de Galileo era totalmente incongruente con los ideales científicos de la iglesia, su haz bajo la manga era un instrumento que revoluciono el mundo astronómico. Estamos hablando del telescopio.
Nadie en la época podía imaginarse que un invento de origen Árabe, evolucionó a grandes magnitudes, el origen de los lentes ayudó a la creación de instrumentos de visión óptica que no solo fueran para uso de la vista, ver el mundo exterior hizo de este invento importante a la hora de crear un telescopio, Ibn al-Haytham conocido en Europa como Alhacén, creó en el siglo XI las bases teóricas para esta invención con su estudio de la córnea humana y de los efectos de los rayos de luz en espejos y lentes.
La evolución de las teorías llegaron Zacharias Jansen, un neerlandés diseñador de lentes que patento el el día 17 de octubre de 1608 el invento de un telescopio diseñado por primera vez por Joan Roget en 1590. Sin embargo, el invento en la actualidad se le sigue atribuyendo al alemán Hans Lippershey en 1608.
Increíblemente en 1610, Galileo uso este instrumento para observar la luna, el planeta júpiter y las estrellas. Con las observaciones realizadas por Galileo, el Geocentrismo muere como teoría astronómica. Sin embargo, la iglesia se encargo de que se aceptara el heliocentrismo un siglo después.
Fin de la academia dei Lincei
La Academia dei Lincei gozó de la presencia de Galileo como un insigne miembro, es era así hasta que murió el príncipe Federico Cesi en 1630. La academia fue liquidada y la biblioteca que contenía muchas investigaciones científicas y libros de ciencias fue saqueada por el maestro Sacro Palazzo. Desde ese momento inicio una relación aguda entre la iglesia católica y la vida de Galileo un heredero de la astronomía copernicana estaba en riesgos.
El astrónomo nacido en Pisa, siguió con sus observaciones. Nunca se separo de su telescopio, era para el una esposa. Galileo con ella no solo vio a Júpiter, también observo 4 lunas de ese planeta. Inclusive vio montañas en la luna, afirmaciones que no eran ajenas a Copérnico. Mientras que Nicolás Copérnico se encargo de la Teoría Heliocéntrica, Galileo la reafirmaba con el descubrimiento de nuevos planetas girando alrededor del sol.
El juicio de Copérnico y Galileo. La iglesia pierde credibilidad y violó los mandamientos
El Papa Pio IX encargó al sacerdote Bellarmino a notificarle a Galileo que debía asistir a un primer juicio , ante el Padre Comisario del Santo Oficio. Al parecer denuncias realizadas contra Galileo el 24 de febrero de 1616 a la congregación del Santo Oficio. Las proposiciones censuradas están en el siguiente texto
Estas censuras se convirtieron en el primer llamado de atención. Se le pidió a Galileo renunciar al heliocentrismo, obviamente El Pendenciero no hizo caso. A pesar que el 5 de marzo de 1616 se decreto la prohibición del copernicanismo, Copérnico y Galileo no se detuvieron en sus investigaciones. Algunos matemáticos jesuitas como Ugo Baldini y Rene Descarte intentaron decir algo al respecto, el miedo a una condena por herejía y a la inquisición de la época los mantuvo distantes a Galileo.
El decreto termina sentenciando a Copérnico ese mismo año, desafortunadamente murió en las manos de aquellos que decían cumplir las santas escrituras. Luego, en 1633 con el mandato del Papa Urbano VIII se decreto la muerte de Galileo. Existe un dicho popular en Colombia que dice «Por la verdad, murió Jesucristo». Así mismo murió Galileo.
Una falsa fe quedó en la historia y un heliocentrismo eterno. Galileo un heredero de la astronomía de Copérnico
Sin duda, Galileo un heredero de la astronomía copernicana, dejo un legado astronómico grande. El y Copérnico dejaron su trabajo en manos de un joven explorador de las ciencias, Johannes Kepler quien a otras generaciones formó, entregando aportes importantes a la geometría moderna y la astrofísica.
La verdadera fe cristiana, nunca juzgaría el conocimiento. Poco habla de como es el universo, ha sido el hombre que por generaciones ha descubierto cada astro que hoy conocemos.
El geocentrismo mostro un camino, el heliocentrismo lo cambio. Un cambio que no fue aceptado por la Iglesia en una época donde el hombre renació para acceder al conocimiento científico, aunque ni los Papas, ni los sacerdotes lo hayan aceptado. Un hombre lucho hasta el final por la verdad astronómica, fue Galileo un heredero de la astronomía copernicana.
¡Ay de vosotros, interpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis , y a los que entraban se los impedisteis.
Evangelio de Juan 11-20:52